Nowherelands

Estas son las historias de cincuenta países que alguna vez existieron, aunque brevemente, pero que ahora han sido borrados del mapa. Aunque varían mucho en tamaño y forma, ubicación y longevidad, están unidos por un hecho: todos sobrevivieron el tiempo suficiente como para emitir sus propios sellos. Algunos de sus nombres, como Biafra o New Brunswick, serán relativamente familiares. Otros, como Labuan, Tannu Tuva e Inini, son mucho menos reconocibles. Pero todas estas naciones perdidas tienen historias fascinantes que contar, ya sea que fueran tan efímeras como Karelia del Este, que duró solo unas pocas semanas durante la Guerra Soviética-Finlandesa de 1922, o tan duraderas como el Estado Libre de Orange, una Republica Boer que celebró cincuenta años como un estado independiente a fines del siglo XIX. Su amplio espectro refleja la historia completa de los siglos XIX y XX, con sus ideologías, la influencia decisiva de los imperialismos, las olas de inmigración y los conflictos mayores y menores. Los motivos y símbolos elegidos para sellos siempre han servido como una forma de autopresentación nacional, una expresión de los objetivos y ambiciones de las autoridades gobernantes. Basándose en relatos de ficción y de testigos oculares, así como en fuentes históricas, el ingenioso texto de Bjørn Berge arroja un ojo poco convencional sobre estas naciones menos conocidas, provocando anécdotas informativas y hechos fascinantes. En un momento en que los asuntos de soberanía y el reconocimiento de la categoría de estado están llenando los medios una vez más, este es un tipo diferente de libro de historia, que ha de interesar a cualquiera que desee entender qué hace que una nación sea una nación.