Carpaccio: Major Pictorial Cycles

Tapa dura, 24.64 x 2.54 x 28.7 cm
224 páginas
Skira, 2000
Inglés

$ 96000,00
Precio / kg:

En este libro, la erudita del arte veneciano Stefania Mason lleva al lector a través de una valoración crítica del pintor Vittore Carpaccio, centrándose principalmente en los cuatro magníficos ciclos de pinturas que ejecutó por encargo de las cofradías de la ciudad entre 1490 y 1520. Lo que surge de la obra del autor. El análisis perspicaz es la visión infalible de Carpaccio de la Venecia de su época, hábilmente tejida con complejas alusiones alegóricas para crear vastos cuadros narrativos que satisfacían la aguda conciencia de las instituciones venecianas sobre el poder de las imágenes.

El estudio comienza con el legendario ciclo Vida de santa Úrsula (1490-c. 1498), ahora en la Gallerie dell'Accademia de Venecia, en el que Carpaccio muestra su hábil manejo de la perspectiva, dotando a sus lienzos de una mezcla de paisajes urbanos reconocibles e imaginarios. hitos de sello medieval, cuyas claves visuales incluyen personajes, gestos, costumbres y ceremonias en un rítmico entretejido de realidad y leyenda. Luego viene el ciclo ejecutado para la Scuola di San Giorgio degli Schiavoni (1502-c. 1507), con Sts George, Triphun y Jerome, en el que un caballero errante y un santo ermitaño conducen al observador a un Oriente mítico. La obra maestra de la serie es la Visión de San Agustín, donde el santo está solo en su estudio y el espíritu incorpóreo de San Jerónimo entra por la ventana en forma de luz brillante que ilumina toda la habitación con sus minucias domésticas y una panoplia de atributos humanistas. .

Ya no in situ sino dispersas entre varios museos están las dos últimas series realizadas por Carpaccio, esta vez con asistentes: el ciclo Vida de la Virgen para la Scuola degli Albanesi (1502-c. 1507); y el conjunto que representa la Vida de San Esteban para la scuola dedicada al santo (1511-20), un notable elogio a la piedra y sus múltiples usos en la construcción y la escultura (muchos de los miembros de la cofradía eran canteros). La selección de detalles y el análisis detenido de los lienzos de Carpaccio proporcionan una guía visual convincente y una valoración crítica de este gran maestro de la pintura renacentista.




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